ACERCA DE QUENIEVE

¡¡Hola!! Soy Carmen. Muchas gracias por dedicar un poquito de tu tiempo a leer estas líneas. Finalmente tras superar mi bien disimulada timidez, me he decidido a que las personas que visitan QueNieve me conozcáis un poquito mejor y sepáis cómo surgió esta afición a la que me encanta dedicar el poco tiempo libre que tengo. ¡¡Espero haberlo conseguido!!

 

 

 

 

Acerca de QueNieve

ACERCA DE QUENIEVE

¡¡Hola!! Soy Carmen. Muchas gracias por dedicar un poquito de tu tiempo a leer estas líneas. Finalmente tras superar mi bien disimulada timidez, me he decidido a que las personas que visitan QueNieve me conozcáis un poquito mejor y sepáis cómo surgió esta afición a la que me encanta dedicar el poco tiempo libre que tengo. ¡¡Espero haberlo conseguido!!

 

 

 

 

 

 

 

 

Comenzó con una película…

Acerca de QueNieve

Mary Poppins me mostró mi primera bola de nieve, una nieve que resulta ser pájaros revoloteando alrededor de la catedral de San Pablo. Aún conservo aquella primera sensación, cuando miro una bola de nieve sigo viendo pedacitos de magia atrapados en una esfera de cristal. Mucho tiempo después me encontré con un primer plano de una bola de nieve haciéndose añicos al caer de la mano de uno de los personajes cinematográficos más potentes, Ciudadano Kane. Durante años pensaba «me encantaría tener una bola de nieve» pero no las encontraba. En España no son tan populares como en otros países. Además, yo quería una bola de nieve de «cristal» no una de plástico. Tampoco tuve suerte en mercadillos de otras ciudades, París o Londres, quizás porque no las visité en época navideña. Las pocas que encontraba estaban en muy mal estado a pesar de lo cual alguna compré.

…Y siguió por casualidad

Bola de nieve Barneys restaurada por QueNieve

En un viaje, mi único viaje, a Nueva York descubrí en una tienda del Soho una bola de nieve usada pero en buenas condiciones. Era un modelo publicitario de los famosos almacenes Barneys, ya desaparecidos. Este tipo de establecimientos solía lanzar ediciones con las que en Navidad obsequiaban a sus mejores clientes, o directamente ponían a la venta. Algunas son hoy valiosos objetos de colección. La mía, me costó 5$, y con ella volví a casa más feliz que una perdiz. La bola de nieve de Barneys pasó mucho tiempo en una estantería. Un día me di cuenta de que los colores de la figura estaban muy deslucidos, el agua turbia… Pensé si podría restaurarla. Los resultados sólo podían ser dos: conseguirlo o que la bola acabara hecha añicos. El primer reto fue despegar la esfera de la base sin que el cristal se rompiera. Tuve suerte y lo logré. Después vino repintar la figura, cambiar la «nieve», el agua, montarla la bola de nuevo…, quedó como nueva.

Bolas nieve personalizadas

Bolas de nieve personalizadas

Tras ese primer «éxito» comencé a dar vueltas a la posibilidad de hacer mis propias bolas de nieve. Pasé horas en internet leyendo todo lo que encontraba y poniéndolo en práctica. Para mis primeras creaciones encargué bases de madera a un carpintero fresador. Conseguía las esferas comprando bolas de nieve «turísticas», las más baratas, que luego rompía con mucho cuidado. Un día un amigo me propuso que hiciera una bola con una figurita del extraterrestre Alf, que tenía desde hacía años. Fue mi primera bola de nieve personalizada. Mi amigo todavía la conserva y yo el cariño con el que la hice. Poco a poco fui descubriendo dónde comprar los materiales, probando diferentes maneras de hacer, intentando retrasar la aparición de burbujas y, sobre todo, aprendiendo de los errores y practicando la paciencia, mucha paciencia… Si algo he aprendido en este tiempo es que las prisas y la creación de bolas de nieve no se llevan bien.

Comenzó con una película…

Acerca de QueNieve

Mary Poppins me mostró mi primera bola de nieve, una nieve que resulta ser pájaros revoloteando alrededor de la catedral de San Pablo. Me pareció algo mágico. Aún conservo aquella primera sensación, cuando miro una bola de nieve sigo viendo pedacitos de magia atrapados en una esfera de cristal. Mucho tiempo después me encontré con un primer plano de una bola de nieve haciéndose añicos al caer de la mano de uno de los personajes cinematográficos más potentes, Ciudadano Kane. Durante años pensaba «me encantaría tener una bola de nieve» pero no las encontraba. En España no son tan populares como en otros países. Además, yo quería una bola de nieve de «cristal» no una de plástico.

…Y siguió por casualidad

Bola de nieve Barneys restaurada por QueNieve

En mi único viaje, a Nueva York descubrí en una tienda del Soho una bola de nieve usada pero en buenas condiciones. Era un modelo publicitario de los famosos almacenes Barneys, ya desaparecidos. Este tipo de establecimientos solía lanzar ediciones con las que en Navidad obsequiaban a sus mejores clientes, o directamente ponían a la venta. Me costó 5$, y con ella volví a casa más feliz que una perdiz. La bola de nieve pasó mucho tiempo en una estantería. Un día me di cuenta de que los colores de la figura estaban muy deslucidos, el agua turbia… Pensé si podría restaurarla. Los resultados sólo podían ser dos: conseguirlo o que la bola acabara hecha añicos. El primer reto fue despegar la esfera de la base sin que el cristal se rompiera. Tuve suerte y lo logré. Después vino repintar la figura, cambiar la «nieve», el agua, montarla la bola de nuevo…, quedó como nueva.

Bolas nieve personalizadas

Bolas de nieve personalizadas

Tras ese primer «éxito» comencé a dar vueltas a la posibilidad de hacer mis propias bolas de nieve. Pasé horas en internet leyendo todo lo que encontraba y poniéndolo en práctica.  Un día un amigo me propuso que hiciera una bola con una figurita del extraterrestre Alf, que tenía desde hacía años. Fue mi primera bola de nieve personalizada. Mi amigo todavía la conserva y yo el cariño con el que la hice. Poco a poco fui descubriendo dónde comprar los materiales, probando diferentes maneras de hacer, intentando retrasar la aparición de burbujas y, sobre todo, aprendiendo de los errores y practicando la paciencia, mucha paciencia… Si algo he aprendido en este tiempo es que las prisas y la creación de bolas de nieve no se llevan bien.

Logotipo de Que Nieve

Y más tarde llegó QueNieve

Había hecho ya algunas bolas de nieve cuando empecé a pensar en la posibilidad de compartir mi afición. No quería, únicamente, una página web que presentara las bolas de nieve que hago. No me mueve un interés comercial. Me gustaba la idea de mostrar contenidos diversos relacionados con las bolas de nieve.

La frase un universo construido alrededor de las bolas de nieve definía con precisión, y lo sigue haciendo, cuál era mi objetivo. Quería hacer una web que fuese un lugar de encuentro para quienes disfrutan de las bolas de nieve tanto como yo. Lo que vino después fue, de nuevo, muchas horas pensando el nombre, diseñando el «logotipo», creando la web desde cero… sin ninguna experiencia previa. De nuevo aprendiendo de los errores y teniendo mucha paciencia.

Si has llegado hasta QueNieve.es y te ha gustado alguno de sus contenidos… ¡¡¡habré conseguido mi objetivo!!!. Muchas gracias.

Logotipo de Que Nieve

Y más tarde llegó QueNieve

Había hecho ya algunas bolas de nieve cuando empecé a pensar en la posibilidad de compartir mi afición. No tenía un interés comercial. Me gustaba la idea de mostrar contenidos diversos relacionados con las bolas de nieve.

La frase un universo construido alrededor de las bolas de nieve definía con precisión, y lo sigue haciendo, cuál era mi objetivo: un lugar de encuentro para quienes disfrutan de las bolas de nieve tanto como yo. Lo que vino después fue, de nuevo, muchas horas aprendiendo de los errores y teniendo mucha paciencia.

Si has llegado hasta QueNieve.es y te ha gustado alguno de sus contenidos… ¡¡¡habré conseguido mi objetivo!!!. Muchas gracias.

COPYRIGHT

Los contenidos de terceros recogidos en esta página y en los blogs relacionados son propiedad de sus titulares, quienes podrán solicitar la retirada de su contenido. No se permitirá la reproducción o uso comercial de los contenidos de www.quenieve.es

COPYRIGHT

Los contenidos de terceros recogidos en esta página y en los blogs relacionados son propiedad de sus titulares, quienes podrán solicitar la retirada de su contenido. No se permitirá la reproducción o uso comercial de los contenidos de www.quenieve.es